No se defiende SOLA
Por Alberto y Javier (Orbe Taurino)
Estamos infinitamente cansados de
escuchar eso de que “La
Tauromaquia se defiende Sola”. Siempre hay algún lumbreras
que pasa la cincuentena que lo airea en un coloquio o algún iluminado que lo afirma públicamente. Nada más lejos de la realidad que vivimos señores. Este año el
número de festejos Taurinos refleja cifras más propias (de la post-guerra). Los
ataques son cada día más feroces en contra de nuestra afición. Las ganaderías
sufren unos abaratamientos en los precios que rayan el suicidio colectivo… La afición
está bajando en todas las plazas, excepto las 5 grandes ferias, aunque incluso
en Bilbao también bajó el número de espectadores. Tenemos cerrada Barcelona y
próximamente peligra San Sebastián, dos plazas de Primera Categoría. Los costes
de producción del toro bravo y del propio espectáculo para colmo se han
disparado…. Alguien dá mas.
Déjenla sola, sin unión, ni acuerdos ni fomenten la reestructuración, cuidado y
publicidad, olvídense del aficionado señores empresarios y morirá sola.
Actualmente y desde hace demasiado tiempo el mundo de los toros navega cual
asno sobre cayuco a la deriva, sin orden ni concierto, cada cual va a lo suyo.
Se navega en contra de la fiesta y se desprecia en exceso al aficionado
taurino. El Toro cada día se presenta más flojo, parado, soso y facilón, sin
mucha fuerza, deslucido, degererando en el aburrimiento general del público.
Hay que recuperar AL TORO, como base del espectáculo, todos los estamentos del
"toro" junto con los aficionados tienen que UNIRSE en pro de la
fiesta y del futuro. Hay que conseguir afición jóven. Las figuras deben
acercarse a los aficionados, se debe cuidar con esmero la cartelería, la imagen
y publicidad, ya en este Siglo está cobrando muchísima importancia el diseño
publicitario, más de la que algunos empresarios se piensan. Es prioritario
revisar los costes y la estructura del espectáculo. Sobran empresarios taurinos
arrogantes, despóticos y sinvergüenzas, sobran apoderados irreflexivos y
manipuladores, y falta verdad, el toro debe ser bravo, fuerte, poderoso, ágil.
Es necesario recuperar y encumbrar "La Suerte de Varas", bien hecha como en Ceret,
dignifica el primer tercio, divierte, emociona y prepara al toro y a los
espectadores para los dos siguientes tercios, es como una bienvenida que no se
está cuidando en la mayoría de los festejos. Tiremos el asno al agua, quememos
el cayuco y fabriquemos todos juntos un “Trans-Atlántico” en el que todos
naveguemos UNIDOS para defender nuestra TAUROMAQUIA, para el presente y el futuro,
dejando un precioso legado a las generaciones futuras. Si no cuidamos nuestra
Tauromaquia se perderá sin remedio, luego de nada servirá aullarle a la luna.
Excepcional obra, la luz y el color rayan a una altura sobresaliente.Mi enhorabuena para el autor
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